¿Cómo hacen los peces para hacer el amor?


¿Los peces tienen género?

Fieles a su magnífica diversidad de formas, los peces presentan un completo abanico de sistemas de reproducción: treinta y dos en total. Tienen tantos tipos de comportamiento y estrategias reproductivas como todos los demás vertebrados juntos. Hay cacatúas promiscuas, polígamas y monógamas, incluso cacatúas que se aparean de por vida. Dependiendo del libro de jugadas sexuales de un macho, puede mantener un harén, defender un territorio, desovar en grupo, participar en cópulas furtivas, esperar su momento como macho satélite o cometer actos de piratería sexual. Y las hembras no son accesorios pasivos.

La gran mayoría de las hembras presentan un patrón familiar con un nombre oscuro, el gonocorismo, en el que los individuos son machos o hembras durante toda la vida. Pero hay decenas de fishas que cruzan las líneas de género. Por alguna razón, la vida en los arrecifes ha tenido un efecto diversificador en la expresión sexual. Más de una cuarta parte de los peces de un arrecife pueden pasar de macho a hembra o viceversa. Otros peces optan por un enfoque unisex, asumiendo las identidades masculina y femenina simultáneamente, o de forma secuencial.

Cómo se aparean los peces

Un equipo de investigadores del Reino Unido observó esta rara técnica -llamada “autofecundación”- durante un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science, que se centró en los patrones de autofecundación de los peces híbridos cíclidos, una especie que se suele tener en los acuarios como mascota.

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El funcionamiento es sencillo: tras desarrollar los órganos reproductores masculinos, los peces eyaculan en el agua y luego aspiran el líquido hacia su boca, donde un lote de huevos espera ser fecundado.

“En el killifish de manglar, la autofecundación es una adaptación”, explica a Discovery News Ola Svensson, biólogo que participó en el estudio. “Se cree que puede ser difícil para ellos encontrar una pareja, y autoproducirse es mejor que no producir en absoluto”.

La reproducción de los peces

Para algunas especies de peces, la reproducción no es casual. Las hembras liberan huevos en el agua, los machos liberan esperma y los huevos son fecundados. No hay contacto físico. Sólo unas pocas especies prefieren la fecundación interna, es decir, la acción pez contra pez. Y aquí es donde la técnica se vuelve interesante. Los machos de los tiburones y las rayas tienen unos órganos especiales llamados “ganchos” que les ayudan a realizar la acción. Aunque pueda parecer salvaje, nada es más extraño que los peces del género Phallostethus. El Phallostethus cuulong (que en griego significa “pecho de pene”) tiene los genitales en la cabeza. El macho utiliza un órgano óseo en su barbilla llamado priapium para colgarse de la abertura urogenital de la hembra, que también está en su cabeza. ¡Hablando de mentes sucias!

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¿Duermen los peces?

A los humanos nos encanta comer pescado, pero debemos tener cuidado de no pescar demasiados. Para establecer las reglas correctas sobre cuántos peces se pueden capturar sin disminuir demasiado la población, es útil saber cuántos peces hay en el mar. A los científicos les resulta difícil sumergirse en el agua para contar los peces, pero la tecnología puede ayudar. Animales como los delfines pueden utilizar el sonido para “ver” el mundo que les rodea. Al igual que los delfines, los científicos pueden enviar un sonido al océano y medir el eco que regresa. Incluso pueden utilizar los ecos únicos de los peces para hacerse una idea de cuántos peces hay en el mar. Los científicos están probando ahora si esta tecnología puede ayudarles a explorar las profundidades marinas. Aunque no siempre es fácil ver con el sonido, los retos a los que nos enfrentamos y los errores que cometemos a menudo nos llevan a nuevos descubrimientos.

A los humanos nos encanta comer pescado. Nos hemos vuelto tan buenos en su captura que debemos tener cuidado de no pescar demasiados. Podemos proteger los peces que nos gusta comer estableciendo normas sobre cuántos se pueden pescar cada año. Si dejamos suficientes peces, se reproducirán de forma natural y habrá muchos para la próxima vez. Si tenemos buenas reglas para evitar la sobrepesca, el pescado puede ser una fuente de alimento valiosa y sostenible [1].