Caballos cruzados en andalucia
mustang
La población equina más aristocrática del mundo debe su fama al caballo andaluz, junto con el árabe y, mucho más tarde, el purasangre. Su historia se remonta a mucho antes del nacimiento de Cristo: al año 200 a.C., en la época de las conquistas romanas en España y sus alrededores. Los escritores romanos alabaron las cualidades de los caballos españoles autóctonos, que fueron reconocidas por los conquistadores moros de España, que naturalmente los cruzaron con sus propias razas árabes y bereberes.
Este es el caballo que se convirtió en “la piedra angular de la equitación clásica”. Las características que han hecho que este caballo de pura raza española sea tan codiciado, son su elegancia balística, su alto porte de cabeza, su cuello corto y arqueado, sus crines sedosas y fluidas, su cuerpo compacto y sus maravillosas proporciones. Las crines de las yeguas suelen recortarse en España y sólo los sementales pueden mostrar todo su esplendor. Alrededor del 50% de los andaluces suelen ser grises o blancos, el resto son bayos o negros. Los castaños o los piebaldos están excluidos del libro genealógico.
Estos atributos se combinan con una inteligencia ardiente, un temperamento afectuoso y dócil. Está considerado como el caballo de paseo y de carruaje ideal de la alta escuela. Por ello, quizá resulte algo sorprendente que su presencia fuera de España no esté más extendida en la actualidad. Ofrecemos diferentes tipos de experiencias ecuestres, podemos organizar visitas a criaderos privados de caballos en Andalucía y también podemos organizar la asistencia a los dos espectáculos ecuestres más sorprendentes que tienen lugar en Jerez y Córdoba:
caballo andaluz
Los lusitanos pueden ser de cualquier color sólido, aunque generalmente son grises, bayos o castaños. Los caballos de la raza Alter Real son siempre bayos. Los miembros de la raza son de tipo barroco, con perfiles faciales convexos, gran musculatura, naturaleza inteligente y voluntariosa, con movimientos ágiles y elevados. Criados originalmente para la guerra, la doma y la tauromaquia, los lusitanos se siguen utilizando hoy en día en estas dos últimas. Han competido en varias Olimpiadas y Juegos Ecuestres Mundiales como parte de los equipos de doma portugués y español. También han participado en competiciones de tiro, con un equipo belga de lusitanos que ganó varios títulos internacionales.
Cuando los musulmanes omeyas invadieron la Península Ibérica en el año 711, trajeron consigo caballos de Barb, que fueron cruzados con caballos ibéricos autóctonos. El cruce de estas dos razas produjo un caballo de guerra superior incluso al caballo ibérico original, y fue este nuevo tipo el que los conquistadores introdujeron en las Américas. Llamado caballo de guerra ibérico, este ancestro del lusitano se utilizó tanto en el campo de batalla como en las principales academias de equitación de toda Europa. Las corridas de toros a caballo y las exhibiciones de doma de alta escuela eran un entretenimiento habitual para la alta burguesía portuguesa[1].
jennet
Andalucía es uno de los principales referentes mundiales en todo lo relacionado con el mundo del caballo. Andalucía es cuna de excelentes razas, y cuenta con multitud de ganaderías de caballos árabes, anglo-árabes, hispano-árabes, ingleses… Estas ganaderías los entrenan y preparan para diferentes tipos de doma.
Sin embargo, el caballo más emblemático de Andalucía es el caballo de raza española o andaluz. Las excepcionales cualidades y hazañas de esta raza se reflejan a menudo en los anales de la historia. Los romanos mencionan los hermosos, dóciles y bravos caballos de Hispania, y fue Felipe II de España quien estableció las bases definitivas de lo que sería el purasangre español, creando la Real Maestranza de Caballería de Córdoba, que reunía a los mejores caballos de las orillas del río Guadalquivir, así como la “Real Yeguada” (hoy conocida como “Yeguada Nacional”).
Hoy en día, estos caballos deben pasar estrictos controles para certificar su autenticidad, y se han cruzado estratégicamente con otras razas autóctonas para crear nuevas razas como el “lipizzaner” y el “paso fino”.
raza española pura
Esta raza está considerada entre las más antiguas del mundo; se remonta a los tiempos del rey Salomón. Tal opinión es popular entre los hippófilos, pero recientes investigaciones basadas en el análisis del ADNmt muestran su origen heterogéneo. Al mismo tiempo, probablemente nadie pueda cuestionar la noble apariencia del caballo árabe. Las principales peculiaridades de la belleza árabe son la cara abombada y bien formada, el cuello largo y arqueado y el porte naturalmente alto de la cola. Principalmente, son de color gris, castaño, bayo, ruano y negro.
“Un regalo del desierto”: esta raza equina es conocida por su resistencia. Aunque es un emblema nacional de Turkmenistán, sólo hay 8.000 ejemplares en el mundo, de los cuales un millar se encuentran en Ashgabat. El cuello largo y fino y la cabeza grande y ancha hacen que este caballo tenga un aspecto exclusivo y bastante exótico. Esta raza equina se presenta en diferentes colores, pero lo que la hace única es su pelaje metálico, resultado de una estructura especial del pelo.
Este caballo fue criado en Inglaterra para participar en carreras. Alcanza una velocidad cercana a los 40 km por hora en pleno galope. Al mismo tiempo, el Pura Sangre cumple con el salto, la doma y la caza. Fuera de las pistas, los Pura Sangre suelen convertirse en exquisitos caballos de monta o de conducción, que requieren un plan de cuidados único. Esta raza destaca entre las demás por su cuello largo, su cabeza cincelada con ojos muy separados y su espalda corta. Los caballos Pura Sangre tienen todos los colores sólidos del arsenal con uno adicional conocido como palomino.
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Hola, soy Estibaliz Latorre licenciada en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid.