Aves del paraíso cortejo


Apareamiento de aves

El Diphyllodes magnificus es una especie tropical que se encuentra en las montañas boscosas de Nueva Guinea. Las aves magníficas se encuentran en el dosel superior de la selva tropical, casi exclusivamente en las montañas. También pueden verse en jardines abandonados de pueblos y pequeñas ciudades. Las magníficas aves del paraíso parecen ser bastante tolerantes con los hábitats alterados y los asentamientos humanos. (Heads, 2001; Heads, 2002)

Los machos de las magníficas aves de paraíso son aves espectaculares con el pecho oscuro que va del verde al marrón, y las alas de color naranja brillante. Las plumas del cuello son amarillas a rayas. La característica más distintiva son las dos largas plumas de la cola en forma de alambre que el macho utiliza en la exhibición de cortejo. Los machos no pueden exhibirse para encontrar pareja hasta que estas plumas crecen, lo que ocurre entre tres y seis años después de la eclosión. Las hembras son pájaros de color marrón y pueden ser difíciles de distinguir de otras aves del paraíso. Las hembras tienen una franja ocular azul claro, que también tienen los machos. Los machos miden entre 16 y 26 cm de longitud y pesan una media de 190 gramos. Las hembras son más pequeñas, con una media de 20 cm de longitud y 128 gramos. (“San Diego Zoo’s Animal Bytes: Birds of Paradise”, 2008)

Bowerbird

Los pájaros macho suelen ser más impresionantes y coloridos que las hembras porque son ellos los que impresionan a las hembras. Pero pocos pájaros machos llevan la impresión de las hembras a tal extremo como lo hacen los machos de las aves del paraíso.

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En primer lugar, el ave del paraíso macho de seis plumas crea el ambiente. Colocando bayas rojas brillantes, decora su piso de soltero porque sabe que a las aves del paraíso les gustan las bayas rojas brillantes más que cualquier otra cosa.

A continuación, limpia un poco su casa. Utilizando piel de serpiente, hojas y otros elementos del bosque, pule una percha para sus potenciales parejas sexuales, y retira meticulosamente las hojas y otros detritos del suelo del bosque.

Por último, practica su intrincada danza, mostrando su impresionante conjunto de plumas en forma de paraguas. Seguro que todas las hembras de las aves del paraíso se desmayarían por él, ¿no? Pues bien, si ves el vídeo de la BBC que aparece a continuación, descubrirás que este tipo no tiene tanta suerte. Pobrecito.

Aves

Las aves del paraíso (Aves: Paradisaeidae) han desarrollado una de las diversificaciones más elaboradas en cuanto a exhibiciones ornamentales de apareamiento entre los animales (Frith & Beehler, 1998; Laman & Scholes, 2012). Una innovación clave detrás de la diversificación ornamental en las aves del paraíso es la evolución de un fenotipo de cortejo funcionalmente integrado (Scholes, 2008a). El fenotipo de cortejo de una especie es el conjunto de adornos del plumaje, comportamientos y sonidos utilizados durante el cortejo. En los machos, abarca la parte del fenotipo que es evaluada por las hembras durante el cortejo y en las hembras es la parte dedicada a la evaluación y selección de la pareja (Bostwick, Harvey & Scholes, 2017). Caracterizar el fenotipo de cortejo de una especie es una parte importante para entender los patrones evolutivos y la evaluación taxonómica en las aves del paraíso (Scholes, 2008b; Scholes, Beehler & Laman, 2017; Scholes, Gillis & Laman, 2017).

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Históricamente, el género Lophorina se ha tratado como una única especie politípica con poblaciones que se extienden por toda la Nueva Guinea montana media desde la península de Bird’s Head (Vogelkop) en el oeste, a través de toda la cordillera central y hasta la península de Papúa en el este, con poblaciones aisladas en la cordillera Adelbert y la península de Huon en el noreste (Frith & Beehler, 1998; Frith & Frith, 2009). Las poblaciones de Bird’s Head y de la Península de Papúa muestran una variación geográfica en el color de la cabeza de las hembras (Cracraft, 1992; Frith & Beehler, 1998; Pratt & Beehler, 2015) y la población de Bird’s Head tiene una variación menor en el plumaje ornamental de los machos, es decir, no tiene manchas negras en las plumas del escudo del pecho (Cracraft, 1992; Pratt & Beehler, 2015). Recientemente, la población de Bird’s Head también ha sido identificada como vocalmente distinta de las demás, pero aún no se han examinado los detalles acústicos comparativos (Beehler & Pratt, 2016).

Las hembras de los pájaros del cielo

Los machos de las aves del paraíso son famosos por su espectáculo: plumaje extravagante, complejos arreglos vocales y movimientos de baile que cambian de forma. Han protagonizado su propio documental en horario de máxima audiencia, han aparecido en las páginas de la revista National Geographic y han asombrado a los visitantes de los museos.

Sus resultados sugieren que las hembras de las aves del cielo evalúan a la vez varios aspectos de la exhibición reproductiva de los machos. Las hembras no sólo tienen en cuenta el aspecto del macho, sino también lo bien que canta y baila. Las preferencias de las hembras por ciertas combinaciones de estos rasgos -como el plumaje azul eléctrico que muestran durante un paseo por el suelo del bosque, o los elaborados penachos que despliegan durante un excitado salto y un rápido graznido de gran volumen- dan lugar a lo que los investigadores llaman un “fenotipo de cortejo”, o un conjunto de rasgos físicos y de comportamiento durante las exhibiciones de cría.

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Por otra parte, los machos de las copas de los árboles cantaban notas más complejas durante sus exhibiciones, porque el sonido se transmite mejor en las alturas, donde hay menos interferencias de árboles y arbustos. Sin embargo, sus bailes eran menos elaborados, tal vez debido a los riesgos de bailar sobre una rama tambaleante.